Hace casi un año estábamos reunidos varios eternos estudiantes en una acogedora casa en Williamsburg cuando su humilde y excepcional anfitrión nos preguntó si conocíamos a un tal Miguel Noguera. Al ver nuestras caras de indiferencia, sacó su portátil, entró en YouTube y puso esto:

Después de 40 minutos, de los cuales me pasé riendo unos 28, y llorando unos 7 (ser muy preciso en estos datos), entendí qué y quién era Miguel Noguera. Desde entonces creo que ya he visto todos sus videos en YouTube. Cuando estuve en Barcelona en Abril me compré su libro “Ultraviolencia” y lo fui a ver al Teatreneu. Y fue demasiado bueno.

Ultraviolencia es un conjunto de más de 300 ideas concentradas en un solo libro que si lo tratas de leer antes de ir a dormir, te despierta y te jode la puta noche. Muy fuerte. Muy jodido. Ideas muy buenas. Ideas muy malas. Miguel Noguera en estado puro. La idea de adorar a Miguel Noguera muy fuerte.

Y hoy he visto esta nueva idea, El Padre Suicida, y me ha parecido tan buena que he decidido escribir este post pare este señor. Viva el post-humor o como se llame la mierda que hace este tipo.