Aventuras

Tue, Sep 11, 2007 3-minute read

Ayer me fui de aventuras. Viajé por todo el mundo y cabalgué al Dragón, a los Búfalos, al Huracán, al Baco y hasta al propio Diablo. ¡Qué divertido es ser un héroe!

Port Aventura es una máquina de hacer dinero realmente emocionante. Ayer volví a ser un niño entre sus impresionantes atracciones. Cada vez que estaba a punto de subir a una podía notar mi corazón en mi boca y una aguja imaginaria clavada en mi vena yugular inyectando cantidades industriales de adrenalina.

Y, como buen catalán que soy, hice fotos de las fotos. Sin pagar. Y aquí las tenéis, cronológicamente, censuradas y con algún comentario hilarantemente estúpido e innecesario.

Troncos (o Silver River Flume): Me encanta esta atracción. No había cola. En serio. No había cola. Eran sobre las 10:30. En el lugar donde debería estar la cola se podían ver las típicas bolas del desierto, de mierda y de soledad. Claro, estábamos en Far West.

Stampida: Ganamos los rojos. Pero la segunda vez nos decantamos por el bando de derechas y perdimos. La segunda vez impresionó más. El puto Búfalo estaba cabreado por alguna razón y pensé que acabaría con el estómago en el cerebro, el corazón en el culo y mi pene saludando por la boca.

Dragon Khan: No hay para tanto. La bajada lo es todo. Lo otro es como estar en un anuncio de compresas pero sin saber si el cielo está arriba o abajo. … Exacto, igual que en un anuncio de compresas.

Hurakan Condor: Estaba tan cojonciano que mi propio pulso censuró la foto. Esta es la atracción más bestia que haya subido nunca. Sólo dos nos atrevimos. Y, ya que montamos, decidimos hacerlo a lo grande y montar en el único “ascensor” que te deja con los pies colgando, como si fueras de pié. Brutal. He soñado con ella.

Furius Baco: La nueva aventura de Port Aventura es, sin duda, la mejor de todas. Cabalgas al Dios del Vino a 135 km/h. Es la mejor montaña rusa a la que haya subido nunca. Y eso que mi nivel de caca en las venas era máximo antes de subir. Vale la pena ir de aventuras sólo para esta furia del vino. Aún así, la atracción se iba jodiendo cada cierto tiempo. Creo que eso era parte del espectáculo, así parece que haya más riesgo de que te mueras. Que eso, morirte, es, en el fondo, lo más emocionante. Sino, ¿Para qué querríamos montar en un aparato que te pone a 135km/h en 3 segundos? ¿Para tener un fallo cardíaco o para poder explicarles a tus amiguetes que NO has tenido un fallo cardíaco? Si es que somos más tontos…