Metallica 29-VI-07

Fri, Jul 13, 2007 5-minute read

El 29 de Junio me desperté a las 4:30am para coger un avión para Bilbao, a ver el festival Bilbao bbklive. En pocas horas, en este escenario estarían Metallica tocando uno de los mejores set lists que haya visto nunca:

Eran cerca de las 23:20h cuando finalmente el éxtasis del oro empezó a entrar por los oídos y las mentes de los más de 50.000 asistentes al festival Bilbao bbklive. El Feo apareció en las pantallas laterales, buscando desesperadamente la tumba con el Gran Premio.

Las mareas mareaban, pero me daba igual. Era Metallica. Y parecían decidios a dejarnos cabalgar por su rayo, pues, como un relámpago, empalmaron con For Whom the Bell Tolls?. El polvo y el sudor se me acumulaban en mis cuerdas vocales, que no podían parar de cantar todos y cada uno de los versos.

El éxtasis seguía con su regresión temporal hasta The Four Horsemen. Qué temazo. Mustaine, tú deberías estar aquí. O no. Jódete con tu puto egocentrismo. O no. Has hecho Holy Wars. Respect.

La magia se rompe con un Memory Remains, que hace que me venga a mi memoria que, aunque Metallica han sido Los Más Grandes, ellos también han hecho muchas MIERDAS. Aún así, la canción suena. Hetfield se va quedando sin voz, y los solos de Hammet empiezan a deteriorarse. Tal vez sea yo. Tal vez sea esta canción. Tal vez sea el pedo de Reload.

Menos mal que ellos mismos saben que sus mejores discos acaban en el 91, y en ese mismo año se plantan y se relajan con un acojonante The Unforgiven. Lágrimas, recuerdos, añoranzas y piel de gallina me envuelven y me hacen temblar y querer todavía más a estos cuarentones.

Las 00h. Medianoche. Mi cumpleaños. Y el mejor momento del concierto: MASTER OF PUPPETS enterito. El disco, no el tema. EL DISCO. Todo el puto Master Of Puppets. Mi disco preferido de estos cuatro (ex-)alcohólicos. Cuando iban por Welcome Home, aún no me podía creer que lo fueran a tocar todo. Pero así fue. Y aunque Hetfield y su voz iban perdiendo fuerza, y Hammet hubiera olvidado muchos de sus solos, no dejó de ser impresionante. Por cierto, el solo de Trujillo antes de Orion nos dejó a todos con la boca abierta y nos hizo olvidar que algún día hubo un tal Jason Newsted. Aún así, Cliff Burton no se olvida, e incluso Hetfield dijo que esa canción era para él, donde sea que esté.

Y cuando pensaba que después del trallazo de Damage Inc todo iría a ser cuesta abajo, van y empiezan a tocar Sad But True. Así, como si nada. Uno de los mejores temas del Black Album. Y es que allí nos quedamos, pues después de tanto incremento de polvo en mis pulmones, los mecheros se encendieron y danzaron con una perfecta Nothing Else Matters. Ahhh precioso.

Entonces se fueron.
Y empezó la Guerra.

La pirotécnica del inicio de One te retumbaba hasta en el corazón, y más de uno se agachaba por si algún avión de la Primera Guerra Mundial le tiraba alguna bomba y le dejaba en estado vegetativo, como el Johnny de las pantallas del escenario. Lars Ulrich empezó a cansarse y el final le salió un poquillo rana, el doble bombo a esas velocidades ya no se debe poder tocar con ciertas edades…

Y parecía que el final de concierto se avecinaba, y Enter Sandman fue la bomba para rematarlo todo. Después de eso se fueron, pero la gente pedía más, y más y más. Así que volvieron con un preparado bis de una de sus Asquerosas Canciones Nuevas. Preguemos a Enoch Root para que en el disco suenen mejor.

Me cambié de lugar, y vi el concierto desde otra perspectiva. Des de la izquierda la guitarra de Hammet no sonaba tan “extraña”. Después de casi 2:40h, respiré un poco de aire con polvo en lugar de polvo con aire.

Entonces Hetfield nos preguntó que qué disco de Metallica era el que más nos gustaba. Entre gritos y gustos dispares, hizo la broma de “El último seguro que no, verdad?”. Bueno, como mínimo son conscientes de que no pueden parar de hacer Mierda últimamente.

Y así, sin más, empezaron el último tema: el clásico Seek And Destroy. Entre reflexiones del estilo “¿Cuántas veces habrán tocado esta canción?” canté y canté infinitas veces el Searchiiiiiiiiiing Seek and Destroy! Y se acabó y saludaron. Lanzaron centenares de púas y varias baquetas, aunque estaba demasiado lejos como para poder conseguir una. Nos agradecieron que estuviéramos allí un montón de veces y en esos momentos me parecieron sinceros.

Metallica están algo viejos, a Hetfield le cuesta llegar a según que notas y Hammet se pierde en alguno de sus solos, pero eso no quita de que tengan uno de los mejores directos del Mundo. Fue acojonante, y el precio (65€ sin contar billete de avión des de Barcelona) valió la pena. Es y, supongo, será mi grupo favorito. Y tocaban el día de mi cumpleaños. Y estaba allí. Y me tocaron todo el Master. ¿Qué más puedo pedir?

Encontrarme a Incubus en el mismo avión que yo la mañana siguiente dirección Bruselas.
Pero de esto hablaré en otro post.