London

Thu, May 3, 2007 2-minute read
  • Where?

  • London.

  • London?

  • London.

  • London?

  • Yes, London. You know: fish, chips, cup ‘o tea, bad food, worse weather, Mary fucking Poppins… LONDON.

Londres es una ciudad parecida a Barcelona. Más grande, más cara, con más miedo a ataques terroristas, con la población más escandalizada por las drogas y el islam, con los pisos más baratos respecto al sueldo, té, y con recién ingenieros ganando más de 2000 libras al mes. Pero, en el fondo, es Barcelona.

Te mueves perfecto tanto con metro como con bus. Te entiende todo el mundo y entiendes a todo el mundo (despues de haberte tragado la serie entera de Monty Python, claro). Hay un movimiento cultural contemporáneo exquisito, muy parecido al del Rabal. Y, evidentemente, hay tantos guiris y carteristas como aquí.

Londres no es una ciudad que me tiente a vivir en ella. Aparte de que es demasiado preocupantemente parecida al futuro de V de Vendetta, me parece demasiado a casa. Lo único que deseamos es lo que no podemos alcanzar. Reykjavik. California. Wellington. Hasta que la muerte nos lleve con ella y ya dejemos de tener objetivos en la vida.

Entonces, ¿qué tiene Londres que me apasione? Su historia. Visitar la Torre de Londres despues de El Ciclo Barroco una experiencia inolvidable. La Catedral de San Pablo. El Royal Exchange. El Monumento. Etc.

Sir Isaac Newton, Christopher Wren y Guy Fawkes me vigilaban desde arriba. Y les otorgaba todos mis más humildes respetos en cada paso que daba.

Y, sin olvidar a Sargon II y a los antiguos faraones en el inconmensurable British Museum. Por dios. ¿Qué hacen tales maravillas en ésa Isla Gris de Mierda?

Realmente Neal Stephenson ha conseguido enamorarme de Londres. Y encima el clima ha acompañado. Creo que robé el sol Catalán y me lo llevé al sur de la isla de Gran Bretaña para olvidármelo allí.

Sigo sumido en medio de un caos de mundo que me abraza, me invita a visitarlo y me apasiona con cada uno de sus más increíbles rincones.